viernes, 2 de abril de 2010

CONJUNTIVITIS BACTERIANA

CONJUNTIVITIS BACTERIANA /  H10.3

I.                   DEFINICIÓN

La conjuntivitis es la inflamación de la conjuntiva, producida por diversas bacterias. Este cuadro varía de intensidad entre una hiperemia leve con lagrimeo hasta una conjuntivitis grave con quemosis y  secreción mucopurulenta abundante.1
                                        
     
FISIOPATOLOGÍA

Frecuentemente, la conjuntivitis bacteriana es causada por inoculación directa de una fuente exógena. También puede resultar de la invasión y proliferación de microorganismos endógenos posterior a una infección sistémica. Los estados de inmunodepresión contribuyen a la patogenia de la infección. Puede trasmitirse por autoinoculación con las manos, trasmisión de secreciones del tracto genital, agua, aire o fómites.2,3
La alteración de los mecanismos de defensa predispone el desarrollo de conjuntivitis. Así mismo, la inflamación conjuntival secundaria a alteraciones sistémicas, como el pénfigo, el síndrome de Stevens-Johnson y la conjuntivitis atópica, altera la flora bacteriana normal.
Los primeros elementos de la infección ocular externa incluyen la adherencia microbiana, la invasión y la replicación. Las proteínas microbianas dirigen quimiotácticamente la migración de los leucocitos. Sustancias mediadoras de la inflamación del huésped, como eicosanoides (prostaglandinas y leucotrienos), complemento y citoquinas atraen células inflamatorias adicionales. Las endotoxinas, liposacáridos presentes en las bacterias gram negativas, pueden activar la vía alternativa del complemento e inducir quimiotaxis de los leucocitos y liberación de enzimas lisosomales. Las exotoxinas microbianas degradan el colágeno estromal y los glicosaminoglicanos, rompen la membrana celular y activan la vía de las quininas para aumentar la permeabilidad vascular.
En algunos casos se asocia a hipertrofia de la capa linfoide del estroma (formación de folículos), así como células inflamatorias, que incluyen neutrófilos, eosinófilos, basófilos, linfocitos y células plasmáticas que a menudo indican la naturaleza del agente lesivo.
Los daños al epitelio conjuntival producidos por el agente nocivo pueden progresar con edema epitelial, muerte celular y exfoliación, membranas y pseudomembranas, hipertrofia epitelial o formación de granulomas.1-4


II.                FRECUENCIA

En el Reino Unido se estima que la conjuntivitis bacteriana representa el 1% de las causas de consulta médica2 . La conjuntivitis bacteriana representa el 5% de todas las conjuntivitis5.
En  Estados Unidos se estima que el 23% de conjuntivitis bacterianas ocurren en menores de 2 años de edad, 28% ocurren entre los 3 a 9 años de edad, 13% ocurren entre 10 a 19 años y 36% de los casos ocurren en los adultos.6,7
Los agentes patógenos predominantes varían en función de la edad del sujeto:
Período neonatal: Se asocia sobretodo a Chlamydia trachomatis y a Neisseria gonorrhoeae.8  Si bien la oftalmía purulenta gonocócica disminuyó gracias a la profilaxis sistemática mediante el método de Credé (instilación de nitrato de plata al 1%); la Chlamydia, resistente a esta profilaxis, ha tomado un papel preponderante, sobre todo en los países en vías de desarrollo.
En el niño: Predomina el Haemophilus influenzae, seguido de Staphylococcus aureus, Streptococcus pyogenes y pneumoniae, y de la Branhamella catarrhalis.
En el adulto: Predominan Staphylococcus aureus, Streptococcus pyogenes y pneumoniae, y la Branhamella catarrhalis. Con menor frecuencia se hallan Pseudomonas sp. y enterobacterias, que suelen afectar a individuos inmunodeprimidos, con hospitalización prolongada, con irritación ocular por productos cosméticos o usuarios de lentes de contacto. El Staphylococcus coagulasa negativo es habitualmente un componente normal de la flora conjuntival; sin embargo, algunas cepas pueden ser patógenas causando una blefaroconjuntivitis crónica.5,8-10

III.             ETIOLOGÍA

      La siguiente tabla resume las causas  de las conjuntivitis bacterianas.

TABLA 1: ETIOLOGÍA DE CONJUNTIVITIS BACTERIANA

Hiperaguda (purulenta)
        Neisseria gonorrhoeae
      Neisseria meningitidis
      Neisseria gonorrhoeae subespecie kochii
Aguda  (mucopurulenta)
        Streptococcus pneumoniae (clima templado)
      Haemophilus aegyptius  (clima tropical)
Subaguda
       
Haemophilus influenzae (clima templado)
Crónica (incluyendo blefaroconjuntivitis)
        Staphylococcus aureus
      Moraxella lacunata
Otros tipos (aguda, subaguda y crónica)
        Estreptococos
        Moraxalla catarrhalis
        Coliformes
        Proteus sp.
      Corynebacterium diphtheriae
      Mycobacterium tuberculosis
Por clamidias
        Trachoma (Chlamydia trachomatis serotipos A y C)
        Conjuntivitis de inclusión (Chlamydia trachomatis serotipos D y K)
        Linfogranuloma venereo (Chlamydia trachomatis serotipos L1 y L3)
  
Garcia-Ferrer F, Schwab I, Shetlar D. Conjuctiva. En: Riordan-Eva P, Whitcher J, editores. Vaughan & Asbury's General Ophthalmology. 16 ed.  Estados Unidos: McGraw-Hill; 2004.4
Modificado por Pablo Edgar Castillo Pascual.



IV.             FACTORES DE RIESGO ASOCIADOS

Medio ambiente: regiones con clima tropical y templado.
Estilos de vida: hábitos de higiene deficientes.
Disfunción de la glándula de Meibomio y deficiencia de la película lagrimal.
Anormalidades en la estructura de anexos oculares, trauma, malposición palpebral y alteración de la película lagrimal.
Dacriocistis crónica.
Uso de prótesis oculares, lentes de contacto y medicamentos tópicos.
Antecedente de quimioterapia, tratamiento esteroideo, inmunosupresor o para VIH/SIDA.
Paciente pediátrico: obstrucción del conducto nasolagrimal, otitis media aguda, faringitis, sinusitis  o contacto con secreciones de individuo infectado.3,5,8


V.                CUADRO CLÍNICO

·         DIAGNÓSTICO

CRITERIOS  DE DIAGNÓSTICO:

-       Presenta síntomas como sensación de cuerpo extraño, prurito, ardor,  fotofobia, lagrimeo y visión borrosa. Si hay dolor, es probable que también esté afectada la córnea.
-       Al examen físico se puede encontrar hiperemia conjuntiva tarsal y/o bulbar, secreción mucosa o purulenta, pseudoptosis, hipertrofia papilar, quemosis, folículos, pseudomembranas, membranas, granulomas, flicténulas, secreción y linfadenopatía preauricular en algunos casos.1-4


                                   i.        CLASIFICACIÓN

1.              CONJUNTIVITIS BACTERIANA AGUDA

Aquella que tiene una duración de 10 días. El paciente con conjuntivitis aguda suele presentar lagrimeo e irritación ocular seguidos por la aparición de secreción mucopurulenta.
A la exploración, la conjuntiva se ve inyectada de manera difusa, exudado mucopurulento puede observarse en el borde palpebral, también pueden haber hemorragias petequiales así como queratitis punctata. Otras manifestaciones oculares incluyen blefaritis, queratitis, úlceras marginales y flictenulosis. No existe adenopatía preauricular.
Los patógenos Haemophilus influenzae, Streptococcus pneumoniae y Moraxella catarrhalis son las más frecuentes en niños pequeños y pueden asociarse a epidemias institucionales.3,4

2.              CONJUNTIVITIS BACTERIANA HIPERAGUDA

Cuadro de evolución muy rápidos, menos de 24 horas, de inicio súbito y evolución rápida.
La conjuntivitis gonocócica se ha asociado a recién nacidos y adultos jóvenes sexualmente activos. Suele adquirirse a través del canal del parto o autoinoculación a partir de secreción de genitales infectados.
Se inicia típicamente con enrojecimiento e irritación, en pocas horas presenta secreción amarillo-verdosa abundante, hinchazón de los párpados, dolor, intensa hiperemia y quemosis de la conjuntiva, pueden formarse membranas y linfadenopatía preauricular. Es frecuente la afectación corneal, siendo la queratitis punctata el hallazgo más frecuente. Los casos no tratados se relacionan con úlcera corneal periférica y eventual perforación e incluso posible endoftalmitis.3,4

3.              conjuntivitis BACTERIANA crónica.

Aquella afección que tiene una duración mayor de cuatro semanas. Se presenta en pacientes con malos hábitos higiénicos, blefaritis, prótesis, obstrucción del conducto lacrimonasal y dacriocistitis crónica. También se relaciona con blefaritis bacteriana crónica o disfunción de glándulas de Meibomio, así como triquiasis, ectropión y entropión.
Entre los síntomas más frecuentes están irritación de los párpados. Los hallazgos comprenden: hiperemia conjuntival difusa con papilas o folículos, mínima secreción mucopurulenta, alteraciones como telangectasias, pérdida de pestañas y úlcera en la base de los cilios. La blefaroconjuntivitis crónica pueden producir úlceras corneales marginales. La maceración y formación de costras en el canto lateral se relaciona con la blefaritis angular crónica causada por la especie Moraxella.1,3-4

·         SIGNOS DE ALARMA

Queratitis punctata.
Úlcera corneal periférica.
Quemosis.
Membranas.
Pseudomembranas.
Linfadenopatía preauricular.3,4

·         COMPLICACIONES

Blefaroconjuntivitis.
Celulitis preseptal.
Blefaritis crónica marginal.
Úlcera corneal.
Iritis.
Perforación corneal.
Endoftalmitis.
Meningitis.
Sepsis.1,5

·         DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

Conjuntivitis de otra etiología.
Cuerpo extraño conjuntival o corneal.
Uveítis anterior.
Escleritis y epiescleritis.
Úlcera corneal.
Glaucoma agudo.
Fístula arteriovenosa orbitaria.
Carcinoma de células sebáceas.2

VI.             EXÁMENES AUXILIARES

Estos exámenes estarán indicados en aquellos pacientes que no respondan al tratamiento inicial o en pacientes con cuadros iterativos.

FROTIS/CITOLOGÍA: GRAM, Giemsa, citología y tinciones especiales se recomiendan en casos de conjuntivitis neonatal y sospecha de conjuntivitis gonocócica a cualquier edad.

CULTIVOS: Indicados en casos (o sospechas) de conjuntivitis neonatal. También útiles en conjuntivitis purulentas crónicas persistentes a cualquier edad que no responden al tratamiento.

PRUEBAS DE DIAGNÓSTICO DE Chlamydia: Casos sospechosos pueden ser confirmados por laboratorio clínico (IFI, ELISA).

BIOPSIA: Útil en casos de conjuntivitis que no responden a terapia. Estas son útiles para la detección de neoplasias o síndromes paraneoplásicos. Conjuntivitis en coexistencia con lesiones palpebrales persistentes y se sospeche carcinoma de células sebáceas.1,3-4



VII.          MANEJO

·         PLAN DE TRABAJO

i.                    EDUCACIÓN SANITARIA

-          Lavado de cara y manos con frecuencia.
-          Lavado ocular con solución fisiológica.
-          Limpieza de pestañas.
-          Utilice una toalla individual.
-          Lavado de manos antes y después de aplicación de tratamiento.
-          No tocar ojos con puntas de goteros o del ungüento oftálmico.
-          Evitar frotarse los ojos.
-          Nunca aplicar apósitos para cubrir el ojo que presenta secreción purulenta.4

           
ii.                  TERAPÉUTICA

-          En todos los casos de conjuntivitis bacteriana se debe prescribir un colirio antibiótico. Si se tiene un cultivo y antibiograma debe emplearse el agente antiinfeccioso tópico según sensibilidad.
-          En conjuntivitis meningocócica, el tratamiento sistémico incluye penicilina intravenosa, en caso de resistencia a penicilina, cefotaxima o ceftriaxona endovenosa.
-          En caso de conjuntivitis gonocócica: penicilina G 100000 UI/kg/día bid durante 7 días, en alérgicos a penicilina puede usarse espectinomicina 2 g IM, otras alternativas incluyen ceftriaxone 1g vía intramuscular seguido de tetraciclina o eritromicina vía oral por 2 a 3 semanas y las fluoroquinolonas. La medicación tópica puede incluir penicilina (333000 UI/mL) o bacitracina o ungüento de eritromicina cada  2 horas.
-          En conjuntivitis gonocócica en infantes se recomienda ceftriaxona de 25 a 50 mg/kg EV o IM una vez por día durante 7 días, o cefotaxima 25 mg/kg EV o IM bid por 7 días.
-          En conjuntivitis no gonocócica neonatal se indica eritromicina 05% en ungüento 4 a 6 veces al día. La sulfacetamida también es una alternativa.
-          En caso de conjuntivitis por Chlamydia, el tratamiento de elección es tetraciclina al 1% en ungüento oftálmico, aplicada 3 veces al día en el fondo de saco conjuntival, durante 6 semanas.
-          En niños con conjuntivitis bacteriana aguda puede utilizarse:
o                   Neomicina+ polimixina al 0,35% 1 gota cada 3 – 4 horas por 7 días.
o    Netilmicina 1 gota cada 3 – 4 horas hasta remisión del cuadro.
-          Otras alternativas para el tratamiento de la conjuntivitis bacteriana aguda:
-          Sulfacetamida al 10%, 1 gota cada 1 -3 horas hasta remisión del cuadro.
-          Neomicina+ polimixina, solución al 0,35% - 10000 U, 1 gota cada 3 – 4 horas por 7 días.
-          Cloramfenicol al 0,5% - 1%, 1 gota cada 3 – 4 horas por 10 días.
-          Se sugiere aplicar estos antibióticos en forma de ungüento por las noches.
-          La frecuencia de la aplicación y el uso de la combinación de antibióticos con esteroides podría adoptarse o variarse según el criterio y la experiencia del oftalmólogo.
-          En caso de conjuntivitis bacteriana crónica se recomienda la higiene de pestañas y el uso de antibióticos como la eritromicina o bacitracina en ungüento y medicación tópica.3-4,8

lunes, 15 de marzo de 2010

INMUNOSUPRESORES


Los agentes inmunosupresores deprimen al menos, el desarrollo de un tipo de reacción inmune. Al iniciar terapia con inmunosupresores es importante considerar los siguientes principios:
  1. La respuesta inmune primaria (inicial) puede ser controlada más efectivamente que la respuesta secundaria. Una vez establecida la memoria inmunológica, la terapia inmunosupresora tiene menor efecto. Algunos ejemplos de respuesta inmune inicial son procesamiento de antígenos, proliferación celular, síntesis de linfocinas y diferenciación.
  2. Los inmunosupresores no producen el mismo efecto en todas las respuestas inmunes. La respuesta obtenida con una dosis para un antígeno determinado puede ser diferente a aquella que se necesita para producir el mismo efecto con un antígeno diferente.
  3. La inmunosupresión es más efectiva si la terapia se inicia antes de la exposición al inmunógeno.
La meta de la terapia inmunosupresora a nivel ocular es suprimir la respuesta inflamatoria inmune secundaria a trauma, cirugía, infección y a antígenos propios o extraños para preservar la integridad de las estructuras oculares y mantener una buena función visual.
En el caso de transplante de órganos, es necesario suprimir la respuesta normal inmune del receptor para evitar el rechazo del tejido donador. Inicialmente se emplearon agentes citotóxicos no específicos (azatioprina y ciclofosfamida) y corticosteroides. Los agentes citotóxicos no específicos actúan a través de la inhibición de la proliferación de linfocitos. La terapia inmunosupresora para el manejo de enfermedades autoinmunes es variable, y no ha sido tan efectiva como la obtenida en transplante de órganos.
Los efectos secundarios más importantes que limitan su uso son el aumento en el riesgo de infecciones y de linfomas.
Familia
Fármacos
Alquilantes
Ciclofosfamida
Clorambucil
Antimetabolitos
Azatioprina
Metotrexate
Antibióticos
Ciclosporina
FK 506
Rapamicina
Dapsona
Adyuvantes
Bromocriptina
Ketoconazol
Colchicina
Antagonistas de receptores de TNF-a
Etanercept
Infliximab
Daclizumab
La terapia con inmunosupresores, cuando es manejada por un médico experimentado, tiene menores efectos secundarios que los esteroides. Los inmunosupresores son el tratamiento de primera línea cuando se trata de indicaciones absolutas.
AbsolutasEnfermedad de Behçet
Oftalmía simpática
Síndrome VKH
Escleritis necrotizante y/o queratitis ulcerativa periférica
Granulomatosis de Wegener
Policondritis y escleritis
Artritis reumatoide juvenil
Penfigoide cicatrizal
Úlcera de Mooren bilateral
Poliarteritis nodosa
RelativasUveítis intermedia
Vasculitis de retina con fuga vascular central
Iridociclitis crónica severa
CuestionablesUveítis intermedia en niños
Uveítis refractiva a esteroides asociada con sarcoidosis
Queratoplastia con rechazos múltiples
El empleo de inmunosupresores debe iniciarse con la toma de biometría hemática basal, que debe repetirse en intervalos de 1 a 4 semanas para verificar que no se ha producido mielosupresión. La terapia debe suspenderse cuando la cuenta de leucocitos es < 3500 células/µl, neutrófilos <1500 células/µl, y trombocitopenia <75000 células/µl. También deben practicarse examen general de orina, pruebas de función hepática, nitrógeno ureico (BUN) y creatinina sérica previo al inicio de la terapia y repetirse a intervalos de 1 a 4 meses. Los estudios deben hacerse más frecuentemente durante el inicio de la terapia, cambios en la dosis y episodios de toxicidad.
Si no se observa una respuesta clínica adecuada después de un mínimo de 3 meses con tratamiento máximo o si se produce toxicidad, debe suspenderse el tratamiento y considerar el empleo de otro agente inmunosupresor. Si la respuesta es favorable, puede disminuirse la dosis del fármaco gradualmente después de 2 años de terapia.

Ciclofosfamida (Genoxal®, Hidrofosmin®, Ledoxina®, Lemery®)

Es un alquilante derivado de mostaza nitrogenada que inhibe la replicación celular y actúa sobre linfocitos T y B. La acroleína es un metabolito que genera toxicidad vesical y cistitis hemorrágica. Deben tomarse al menos 2 litros de agua/día para eliminar el metabolito.
Efectos secundarios: Supresión de médula ósea, cistitis hemorrágica, hematuria, esterilidad por atrofia testicular, supresión ovárica, alopecia, riesgo de neoplasias, infecciones secundarias.
Dosis: 1 a 2 mg/kg día
Pulsos IV 1 a 1.5 g c/ 4 semanas
Presentación: tabletas 50 mg, ámpulas 200 y 500 mg
Indicaciones: Úlcera de Mooren bilateral, queratitis ulcerativa periférica asociada con artritis reumatoide, escleritis necrotizante asociada con granulomatosis de Wegener, penfigoide cicatrizal.

Clorambucil (Leukeran®)


Agente alquilante derivado de la mostaza nitrogenada.
Mecanismo de acción igual al de la ciclofosfamida.
Actúa suprimiendo principalmente linfocitos B.
Efectos secundarios: mielosupresión, oligospermia, azoospermia.
Dosis 0.1 mg/kg día.
Presentación: tabletas de 2 mg.
Indicaciones: Behçet, oftalmía simpática, artritis reumatoide juvenil.

Azatioprina (Imurán®)

Fue desarrollada en 1960 como derivado de la 6-mercaptopurina (6MP). Se emplea en el tratamiento de patología dermatológica y autoinmune. La azatioprina es imidazol, análogo a las purinas.
Mecanismo de acción: es una prodroga que se metaboliza en el hígado a su forma activa 6MP, que es convertida a varios metabolitos incluyendo la tioinosina-5-fosfato, un falso precursor. Por tanto, altera la síntesis de adenina y guanina, e inhibe el ciclo celular en su fase S.
Células sobre las que actúa: principalmente sobre los linfocitos T y también sobre los linfocitos B.
Dosis: 2 a 3 mg/kg día
Interacciones: el alopurinol inhibe la xantina oxidasa, alterando el metabolismo de 6-MP. La dosis debe reducirse en un 25%.
Efectos secundarios: supresión de la médula ósea, que puede revertirse de días a semanas después de suspender el tratamiento. Pueden presentarse pneumonitis, necrosis hepatocelular, pancreatitis, estomatitis, alopecia e infecciones oportunistas.
Sobredosis: puede producir sangrado, infección y muerte. Tx con medidas generales, lavado gástrico, hemodiálisis.
Contraindicaciones: durante el embarazo por ser mutagénico y teratogénico. Atraviesa la placenta en humanos.
Nombre comercial: Imurán, Azatrilém. Tabletas 50 mg.

Metotrexate (Ledertrexate®)

Inhibidor del ácido fólico.
Se emplea en artritis reumatoide, artritis reumatoide juvenil, sarcoidosis.
Se excreta por la orina sin cambios en 50 a 90%.
El fármaco se acumula en hígado y riñón. El ácido folínico (Leucovorín ®) salta la acción de la dihidrofoltato reductasa, y permite la síntesis de los nucleótidos de purina.
Presentación: tabletas de 2.5 mg.
Dosis: 7.5 a 12.5 mg/semana.
Efecto: 6 a 8 semanas después de iniciado el tratamiento.
Efectos adversos: hepatotoxicidad, neumonitis y fibrosis pulmonar, náusea, diarrea, alopecia, dermatitis, falla renal, oligospermia.
Efectos secundarios oculares: fotofobia, irritación, exacerbación de blefaritis seborreica, lagrimeo.
Contraindicado en embarazo y lactancia.

Ciclosporina (Neoral®, Sandimmune®, Modusik A®, Restasis®)

Metabolito fúngico descubierto en 1969, extraido de Tolypocladium inflatum.
Cilindrocarpon lucidum
Inhibe reversiblemente reacciones inmunes mediadas por células T, especialmente células T cooperadoras.
Efectos secundarios: nefrotoxicidad, hipertensión, hepatotoxicidad, hiperplasia gingival, mialgias, hirsutismo.
Actúa en diferentes líneas celulares del sistema inmune. Inhibe producción de IL-2 (linf T, activación células inmunes), bloquea producción de IL-4 (linfocitos B, célula plasmática).
Evita producción de INF ( activación de macrófagos, IL-1 e IL-6).
Inhibe la activación de la calcineurina, bloqueando el factor nuclear de linfocitos T activados. También inhibe linfocitos T supresores.
Inhibe el fenómeno inflamatorio en forma directa (inhibición de linfocinas: IL1, IL2, IL4, IL6, IL8), o indirecta (inhibiendo INF ).
Bloqueo tardío en expresión de antígenos del CMH, inhibiendo mecanismos inductores y efectores del rechazo de transplante.
Indicaciones: Birdshot, sarcoidosis, oftalmía simpática, VKH, Wegener.
Dosis: 2 a 5 mg/kg día.
Se emplea la mayor dosis en niños.
Presentación:
Sandimmune: cápsulas 25, 50 y 100 mg
Neoral: 25 y 100 mg, supensión 100 mg/ml
Indicaciones: Ojo seco severo, rechazo de injerto
Modusik A: 0.1 % y 0.05%
Restasis. 0.05 mg en 0.4 ml

Dapsone (Dapsoderm-X®)

Sulfonamida: propiedades antibacterianas.
Interfiere con la actividad citotóxica de los neutrófilos al estabilizar las membranas lisosomales.
Dosis: 25 a 50 mg 2 veces al día
Efectos secundarios: anemia hemolítica, visión borrosa, neuropatía periférica, psicosis.
Indicaciones: penfigoide cicatrizal, lepra, policondritis recurrente.

Bromocriptina (Parlodel®)


Agonista dopaminérgico que inhibe la secreción de prolactina.
Dosis: 2.5 mg 4 veces al día.
Efectos secundarios: hipotensión postural, náusea, vómito, ojo seco.
Indicaciones: Behçet, como sinergista de la ciclosporina.

Colchicina (Colchiquim®)

Unión a proteínas microtubulares, inhibiendo la migración de granulocitos.
Dosis: 0.5 a 0.6 mg c/ 8-12 h.
Indicaciones: Behçet, artritis reumatoide.
Efectos secundarios: gastroenteritis hemorrágica, nefrotoxicidad.

Ketoconazol Akorazol®, Conazol®, Micozol®, Nastil®, Termizol®)

Primer agente sintético antimicótico.
Evita la síntesis de ergosterol al inhibir el citocromo P450.
Se altera la permeabilidad de la membrana celular.
Dosis: 200 mg/día.
Tabletas de 200 mg.
Efectos adversos: hepatotoxicidad, trastornos menstruales, ginecomastia, disminución de la libido, oligospermia, hipoadrenalismo, náusea, vómito, alergia.
Sobredosis: Debe tratarse con lavado gástrico.
Se ha empleado sinérgicamente con ciclosporina A en el transplante de órganos.
Teratogénico. Se desconocen sus efectos en < 2 años de edad.
No debe administrarse simultáneamente con astemizol.

Etanercept (Enbrel®)

Indicación: Artritis reumatoide, enfermedad de Crohn.
Formada por TNF y el Fc de IgG humana.
Inhibe la adhesión del TNF ? y ? a la superficie celular.
Disminuye la migración, síntesis de citocinas y síntesis de metaloproteasas.
Presentación: liofilizado de 25 mg de etanercept, 40 mg de manitol, 10 mg de sacarosa y 1.2 mg de trometamina.
Dosis: 25 mg, 2 veces por semana (solución inyectable).
Efectos secundarios: Infección de vías aéreas, aumento de riesgo de mortalidad de 2 a 7%.